Todos estaban sorprendidos ante el descubrimiento de lo que el antiguo y místico primer badulaque de la historia era. Era un simple programa de ordenador.
Encendieron el ordenador y mientras se iniciaba apareció una figura detrás de ellos.
- ¿Queréis el poder del caramelo legendario? – Pregunta la figura a todos.
- Así es. – Respondió Pako.
- Muy bien, pero antes de conseguirlo debéis meteros dentro del B.A.D.U.L.A.Q.U.E. e insertar allí los trozos del caramelo. – Dijo con un tono enigmático la figura.
- ¿Qué es realmente el B.A.D.U.L.A.Q.U.E.? – Preguntó Bull.
- ¿QUÉ? ¿WHAT? ¿NANI? ¿TÍS? ¿COC? – Se empieza a oír por toda la sala.
- Mmm, ¿me das un caramelo? – Pregunta Django.
- Mady quiere otro. – dice Mary.
- Claro. – dice la figura sonriendo.
- Yo quiero otro. – dice el cartel que habla. - ... o lo querría si tuviese boca.
- ¿Y cómo hablas entonces? – Pregunta Arkito.
- No quieras saberlo. – contesta el cartel que habla.
- ¡Oye! No cambiéis de tema. – grita Bull.
- Os contaré algo... La verdadera historia del caramelo legendario que se divide en tres partes matemáticamente iguales. Antaño, cuando al narrador se le ocurrió crear el mundo, decidió que un mundo normal y corriente como el que permitió crear su idolatrado Xof sería muy aburrido, así que decidió darle un toque de humor, así fue como nacieron los humanos, más tarde, decidió crear a los seres mágicos, pero como también quería tener una raza supermolona en plan en elfo de El Señor de los Palillos creó a los gorogoros.
- ¿Y qué pasa con los engendros de la naturaleza? Pa. – pregunta intrigado Ernespa.
- Creo recordar que los creó tu amigo Django aquí presente. – respondió la figura señalando a Django- Bueno, sigo. En realidad esto que os he contado no tenía ninguna importancia para lo que queréis saber, pero como solo voy a salir en esta parte de la historia quería tener más protagonismo. A ver, el caso es que un día el narrador, en su omnipotencia, estaba comiendo un caramelo, y como es más chulo que na, le dijo de coña a un amigo narrador suyo que pasaba por allí llamado Drow, que también estaba comiendo un caramelo, que el suyo tenía los poderes mágicos de conceder dinero, sexo y salud a su poseedor; entonces, mientras lo tenía en la boca mordiéndolo, su amigo le dio una palmadita en la espalda, y sin querer el narrador tiró el caramelo a su mundo, donde allí las palabras que había dicho se hicieron realidad.
- Ña ¿Y por qué son matemáticamente iguales las partes siendo de un centímetro? – preguntó Gluglupita.
- Para añadirle un toque vistoso a la leyenda, que así quedaba más guay. – contesté yo al escuchar la pregunta. – Upps, continúa Catalán.
- Oh, ¿te llamas Catalán? Pa. – pregunta Ernespa.
- Sí, así es. El caso es que el B.A.D.U.L.A.Q.U.E es el sitio de donde emana todo el poder del narrador, y el único lugar donde el legendario caramelo tiene auténtico poder... Así que lo que debéis de hacer es meteros de alguna forma dentro del B.A.D.U.L.A.Q.U.E y poner allí las tres partes del caramelo legendario.
- Oh, no hay problema... – dice Pako. – Taoyi, ¿no tendrás por casualidad un conector USB para pasarnos al disco duro del ordenador verdad?
- Sí, por aquí debo de tener uno... – Taoyi busca en su mochila sin encontrar nada. – ¡Joder! No lo encuentro, no sé en que estómago de la mochila está. Bueno, no obstante, tengo aquí un empequeñecedor para poder meternos por la disquetera. – Dice Taoyi y saca un objeto.
- ¡Hey! Un momento, ¿eso no es un mazo? – pregunta Bull.
- Muy agudo Bull. – contesta Taoyi.
En ese momento Taoyi se acercó a Bull con el “empequeñecedor” y lo utilizó. Después de usarlo con Bull, lo usó con todos los demás, al final, cuando solo quedaba él, utilizo una técnica para hacerse más pequeño. Una vez eran todos pequeños...
- Oye Taoyi, ¿cómo has hecho tú para hacerte más pequeño? – pregunta Pako.
- Pues... Mira, cada vez que no sepas como hago algo, la respuesta es “lo hizo un mago” – responde Taoyi.
- Ña ¿Qué mago? – pregunta Gluglupita.
- Yo. – contesta Taoyi.
- Ohhhhhhh. – dicen todos sorprendidos al unísono.
- ¿Y nos puedes enseñar a hacer magia? – pregunta Pako.
- Claro, mirad, simplemente tenéis que gritad el nombre de la magia y señalar a dónde o a quien queréis lanzarla. Concretamente esta que he usado se llama Mínima. – explica Taoyi.
- Oh, pues sí que es fácil. – dice Alkin.
- Claro, lo que pasa que la gente piensa que es más complicado y por eso no lo intenta. – explica Taoyi riéndose al final de la frase.
- A ver, a ver... ¡Mínima! – grita Pako y hace más pequeño a Alkin. - ¡Oh! Funciona.
- Sep, claro que funciona. – Dice Taoyi.
- ¿Exactamente por qué no nos hiciste más pequeños así en lugar de pegarnos ostias? – pregunta Bull.
- Me apetecía pegaros. – responde grácilmente Taoyi.
Entonces, después esta conversación, se metieron dentro del ordenador, todo era como en un juego de realidad virtual. Avanzaron por el lugar, Alkin le rumoreó algo a Danny, pero como seguía en pequeño, este no le oía bien, luego Alkin intentó hacer cosas raras, pero no se le veía bien, así que nadie sabe que pretendía. Siguieron avanzando y vieron la sala donde debían de poner los trozos del caramelo, pero cuando iban a entrar de repente aparecieron dos enormes monstruos, y entre ellos había un tablero con piedras blancas y negras, medían alrededor de ocho metros cada uno, uno era verde y otro morado. Después de usar Libra, descubrieron que los monstruos eran monstruas y que se llamaban Patrix y Cuxipú respectivamente.
- ¡Oh no! Los jefes finales. – grita preocupada Mary.
- ¿Cómo que los jefes finales? ¿Qué sentido tiene que haya jefes finales dentro de un programa de ordenador? – pregunta angustiada Arkito.
- Sí, bueno, es que... verás, estamos en un final alternativo, no le busques demasiada lógica ¿vale? – respondo yo con tono rogativo.
- Manda cojones con el final el alternativo. – dice Danny para sí.
- Bueno, entremos en materia. ¡A luchar! – grita Pako dirigiéndolos a todos.
Todos entonces empezaron a atacar a la vez. Taoyi con sus brazos multiplicados por cien y estirándolos veinte metros consiguió inmovilizar a Cuxipú, momento que aprovecharon las Argluma para atacar, Mary sacó un francotirador y lanzó balas de tabasco a la boca de la monstrua y consiguió desestabilizarla un poco, Gluglupita aprovechó para hacer un corrimiento de tierra moviendo las aguas subterráneas que casualmente había debajo del subsuelo del ordenador y consiguió tirar a Cuxipú al suelo, entonces Arkito hizo caer decenas de troncos encima suya para sepultarla, una vez hizo eso Pako lanzó montones de misiles para rematarla. Por su parte, Danny, Bull y Ernespa hacán lo que podían contra Patrix, el simpático matojo del desierto después de tomarse una tercera píldora para poder seguir combatiendo cuerpo a cuerpo creció hasta la altura de la monstrua y le salieron alas de mariposa en la espalda, podía luchar perfectamente contra Patrix, pero estaba descontrolado, de un pisotón mató a Bull, por suerte, Danny dijo “Pipiru piru piru pipiru pi” y consiguió revivirlo, después de esto, y gracias a la células de vegetal de Bull, renació con más fuerza que antes e hizo su “Ataque de los meteoros de nueve cabezas” y venció a Patrix. Por su parte, el gallino consiguió vencerse a sí mismo jugando al Go en el tablero.
Con esta genial estrategia a tres bandas consiguieron vencer a las monstruas y ganar al Go. Sin embargo... de pronto sonó primero un cascabel y luego un punteo de guitarra, seguidamente las monstruas se levantaron como si nada.
- ¿Creíais que con esos simples ataques nos ibais a vencer? – pregunta risoriamente Cuxipú.
- ¡Estáis como putas cabras! – grita Patrix.
Entonces las monstruas se abalanzaron sobre nuestros cansados cazaescorias... la auténtica batalla final estaba a punto de comenzar... pero... (y como la parrafada de antes es muy larga y no tengo más ganas de escribir) cuando iban a llegar a ellos, unos extraños aliens salieron del estómago de las monstruas y murieron, y los aliens también.
Después de recuperarse nuestros colegas...
- Coococo, ¿coco cococ coc cocoococ? – pregunta el gallino.
- He sido yo, con la ayuda de mi Born Alien Note. – responde una misteriosa voz de mujer.
- ¿Y quién eres tú? – pregunta Bull.
- Me llamo Ireninach, pero eso no importa, he venido aquí y os he ayudado, ¿qué importa lo demás?
- Cierto, gracias. – agradece Pako a Ireninach.
- Bueno, pues... ¡me voy! – dice Ireninach y de pronto desaparece.
- Ña ¡Qué cosas! – Dice sorprendida Gluglupita. - ¿Y los aliens cómo murieron?
- Dejad de hacer preguntas. – respondo yo.
- Ña. Vale, vale.
Después de esto entraron todos en la sala...
- Bueno, ya hemos llegado, después de trece capítulos y un final alternativo – dice Pako esperando el consentimiento de todos.
- Así es Pako. – dice Taoyi.
- Bueno, solo tenemos que juntar los tres trozos de caramelo y ponerlos en este pedestal ¿no? – pregunta Pako mirando hacia arriba.
- Sí. - contesto yo.
- Pues vamos a ello. – dice Pako.
Entonces Pako juntó los tres trozos del caramelo legendario y los puso en el pedestal. Al ponerlos todo comenzó a temblar, empezaron a haber pantallazos azules por toda la sala y se empezaban a oír muchos sonidos de error. Todos reunidos presenciaron el increíble poder del caramelo legendario de un centímetro que se divide en tres partes matemáticamente iguales.
En una gran pantalla, estaba escrito “ERROR”.
- Me da la impresión de que es el fin.
- Eso parece cartel que habla. – responde Taoyi.
Al ser el B.A.D.U.L.A.Q.U.E un programa informático, no podía calcular cuanto medían exactamente los trozos del caramelo legendario (ya que son iguales siendo de un centímetro). Todos recibieron en ese momento el poder del caramelo, y se sentían “to happy”, pero claro, al ordenador le estaba dando un colapso nervioso e iba a explotar, pero casualmente y gracias a la magia de los finales alternativos, llegó un ángel llamado Shakeb desde un portal dimensional y les dijo a todos.
- Vamos, entrad por aquí.
Y, sin preguntarse absolutamente nada, y obviando una vez más la coherencia de las historias, todos saltaron a la vez dentro del portal diciendo al tiempo...
- Enga, vale.