jueves, julio 24, 2014

Exploradores.

De la Tierra parte una nave en busca de nuevos planetas que colonizar (porque el nuestro nos lo hemos cargado bastante, se nos queda pequeño o simplemente tenemos ansia de conquista intergaláctica). Su rumbo es fijo, un planeta a muchísimos años luz del nuestro que se piensa podría ser habitable y rico en recursos. La nave-colonia viaja a velocidades cercanas a la luz, de tal modo que el tiempo parece transcurrir de modo normal mientras que en la Tierra pasan decenas o cientos de años. Pero hete aquí que en ese tiempo que pasa, en el que los tripulantes de la nave no envejecen más que unos pocos años mientras que se suceden generaciones en su planeta de origen, que los científicos terráqueos inventan una nave considerablemente más rápida que en la que viajan los futuros colonos. Dicha nave con su propia tripulación tiene el mismo rumbo que la primera, a la cual sobrepasa en el trayecto sin que ninguna de ellas lo note. De tal modo que la segunda llega antes que la primera al nuevo planeta, lo coloniza, se asienta, pasan generaciones y ese planeta acaba peor aun que la propia Tierra, así que tienen que abandonarlo. Cuando por fin llegan los tripulantes de la primera nave, tras más de veinte años viajando en el que todo lo que conocían ha muerto, sustituido por algo que también ha muerto hace mucho, solo les queda la visión de un planeta desolado y sin vida. Y todo lo que les queda por hacer es pensar y morir.

Vaya vida más de mierda.

miércoles, julio 23, 2014

Calendario.

Señora Acuamarino: ¿Qué día es hoy?
Bichu: Miércoles. Lo sé porque hoy es el día en el que salen los mangas.