sábado, enero 23, 2010

Eucolástico.

¿Reconoces ese momento en el que todo lo que has de hacer lo postergas hasta el infinito? ¿En el que pones todas las cosas que no tienes que hacer por delante? ¿En el que creas textos con palabras inventadas que te piden que salgan a la luz?

Las fotos estaban mal colocadas.
La cocina estaba sucia.
Todavía no había visto suficientes películas coreanas.
Había que lavar las toallas.
Hacía sueño.
No habías rastrillado suficientemente tu jardín.
El escrito se podía alargar con palabras y frases innecesarias.

Creo que voy a comer galletas.

miércoles, enero 20, 2010

martes, enero 05, 2010

Tengo menos hambre que el perro de un ciego.

Hubo una vez un ciego que, después de escuchar el famoso refrán "tengo más hambre que el perro de un ciego", se sintió preocupado y angustiado por su buen perro lazarillo. Se pasaba el día pensando "¿Y si es es verdad? Y estoy matando de hambre al bueno de Agustín". Así que hora tras hora le daba de comer, ponía más y más pienso en el cuenco, y también más y más agua por si también el refrán se extendía a la bebida.

Pues bien, Agustín, el perro, acabó muy gordo.