domingo, mayo 30, 2010

(8) Que yo soy callejero, street fighter (8)

"¡Agarraos! ¡Vamos a saltar al Jaipelespacio!"

lunes, mayo 24, 2010

Realidad del color.

Últimamente pienso mucho en el color, además, parece como si hubiese cosas en mi vida que me hiciesen pensar en el color.

Ayer me imaginé la realidad del color, o el plano del color, o la dimensión del color, un mundo donde lo principal es el color, el color más bonito es el más importante (aunque el color más bonito depende de que alguien lo vea como el más bonito), la forma y la textura no se entienden como concepto, el mundo se ve como manchas de colores, una especie de pintura abstracta informe. Todo funciona en base al color, se comercia con él, las personas son colores, y cada color refleja cómo es la persona, normalmente no hay dos personas con el mismo color, pero todas las mesas serían del mismo color, o uno muy parecido. El color-comida se come encima del color-mesa.

No hay nombres para los colores, demasiado díficil nombrar todo, en todo caso habría nombres para los grupos de colores, como ahora, pero mucho más específicos, aún así, insuficiente, no se podría reflejar toda la realidad de forma simplificada. En cualquier caso, no se habla, se colorea. Todo el mundo colorea, construyen la realidad coloreándola, cuando se quiere decir "color-mesa" se pinta en el aire el color que se asocia a la mesa, sin embargo, no es el mismo color, ese color no es una mesa, es la representación de la mesa.

Hablar es pintar, no dibujar, sólo colorear. Todo es en dos dimensiones, aunque ahí no existe la idea (el color) de dimensión, no habría diferecia entre en un cuadro y la realidad, así que no hay diferencia entre hablar (colorear) y la realidad; si nosotros viésemos una imagen de esa realidad veríamos como la gente hace cuadros en el aire, y así es como lo ven ellos mismos. Aunque no confunden el referente real con el pintado, aun cuando pueden pintar ellos mismos la realidad.

Si quieres una mesa la pintas, si quieres una tele la pintas, y si no, la borras, aunque es una tontería, eso es como tirar una tele a la basura. Pintar cansa, es como trabajar, hay que tener en cuenta que para ir de un sitio a otro te tienes que borrar y pintarte en otro sitio, aunque lo normal es pintarse y luego borrarse, porque da miedo desaparecer, aunque sea un momento.

A lo largo de la vida, te vas pintando de forma diferente, porque al igual que las personas cambian de personalidad y de gustos, la gente de esta dimensión también cambia. Un día puedes volver de un bonito concierto de música-color y que se te haya pegado algo de ese color, así que ya eres distinto; al igual que puedes ir a una clase de literatura-color o matemáticas-color (aunque ésto todavía estoy pensando si podría existir aquí) y pintarte cambiado.

También puedes pintarte de forma distinta un día pensando en tus cosas, de repente ves un color que no sabías que existía, y ya forma parte de ti.

La realidad se ve completa, todo es un plano, un cuadro, lleno de color y colores, pero ocurre que, aunque lo puedas ver todo, no puedes ver el verdadero color de las cosas, muchas veces no puedes ver el color exacto de una color-bici, solo ves el color que crees que tienen las color-bicis, así que, cuando descubres un nuevo color, sueles ver las cosas de manera un poco distinta. Cuando pasa mucho tiempo, ves muchos más colores que cuando eres joven (joven en términos mundanos, en realidad tiempo es algo que tampoco se tiene en cuenta, más que nada porque no existe, todo es un plano, el espacio y el tiempo), de tal modo que al final (recordemos, final es algo relativo, tampoco existe, es sólo una forma expresión) ves un montón de colores. Pero no los puedes ver todos, pues nadie los ve todos, aunque todos unidos sí que los verían todos.

Aún así, aunque entre todos se vean todos los colores, muchos colores se pierden, si ves una cosa de un color distinto a como lo veías antes, el color anterior se pierde, al igual que se pierden los pensamientos y las ideas antiguas.

Por eso muchas veces se comercia con el color, si nunca habías visto mi color-bocadillo, te lo puedo cambiar por tu color-libro. Esa es otra forma de ver colores, cuando cambias colores con otra persona. Por cierto, para comerte un color-bocadillo no hace falta comértelo (en términos humanos), solo verlo, así todo el mundo puede ver-comer mi color-bocadillo. En realidad, no debería hacer falta cambiar las cosas si simplemente con verlas ya las recuerdas, pero si fuese así no tampoco haría falta hablar con la gente si directamente ves el mundo entero; en ese caso tampoco haría falta moverse.

Hay una especie de relación entre uno mismo y lo que se posee, por eso es necesario intercambiar para ver algo realmente como es; también es necesario ir a un concierto para poder verlo realmente. Hay colores que son perecederos, como si tuviesen límite, llega un momento en el que desaparecen, por eso no hay un comercio totalmente libre, las cosas se gastan, por eso es importante saber con quién comercias tus colores.

Los colores también se pueden olvidar, así que de vez en cuando lo mejor es recordarlos, si se olvidan por completo, son díficiles de recuperar, y si olvidas muchos, puedes llegar a ver ciertas cosas grises. No es que el gris sea solo lo que ves cuando no distingues los colores, también existe el gris como color, al igual que el blanco y el negro. De hecho, un problema suele ser no saber distinguir si el gris es gris porque lo ves gris, o el gris es gris porque es gris.

El mundo del color no es muy distinto al nuestro, sus habitantes solo tratan de sobrevivir, y en lo posible de ser más felices conociendo más colores. Lo único a lo que se tiene miedo de verdad es a no distinguir un color de otro, a verlo todo en blanco y negro... y gris.

domingo, mayo 23, 2010

Pregunta.

- ¿El mundo? Una mierda feliz. O una feliz mierda. No estoy muy seguro.

martes, mayo 18, 2010

lunes, mayo 17, 2010

Kendo.

Acabo de matar a una polilla, que revoloteaba por mi habitación, de un espadazo con una katana (cutre) de madera con un movimiento de kendo.

Soy el nuevo héroe insectópico.

Actualización, 21 de Mayo:
También me he cargado una polilla con una espada láser.

sábado, mayo 08, 2010

Aquelarre.

Tipo: Invocación.

Componentes: Dientes de cocodrilo, seres cercanos al receptor, no menos de cuatro integrantes, un bocadillo, velas aromáticas (con aroma a bocadillo), un jacuzzi, champán, dos prostitutas, un mayordomo, cocaína... y un móvil y el número de teléfono apropiado.

Caducidad: No aplicable.

Duración: Big Fat Paul no puede estar al otro lado de la línea más de 30 minutos.

Descripción: Los integrantes se colocarán en círculo alrededor del jazuzzi lleno de champán, con las prostitutas dentro, el mayordomo se colocará a un lado con la cocaína en una bandeja de plata. A continuación se encenderán las velas, y se echarán los dientes de cocodrilo y el bocadillo al jacuzzi. Cuando la ceremonia llegue a su clímax, se llamará por teléfono a The Mythical Pablo y éste aparecerá y responderá a todas tus preguntas.

miércoles, mayo 05, 2010