"El juego del lobo sudaca" Entrega nº 2.

Muerto nº 1: Señor Verde Marihuana, envenenado por una napolitana de chocolate.

El juego dio comienzo, el Señor Verde Marihuana notaba una presencia que le perseguía, corrió y corrió por los pasillos iluminados con los rayos de la luna llena, al poco tiempo tropezó, se dislocó el tobillo, aun así se levantó y continuó corriendo, llegó a una habitación, entró y se encerró con llave y, al darse la vuelta vio... una napolitana de chocolate, tenía hambre, así que optó por comérsela, cuando fue a darle un bocado la napolitana saltó detrás del Señor Verde Marihuana, cogió una cuerda y lo ató, fue a por un raticida, le abrió la boca y la napolitana de chocolate (presumiblemente controlada por el asesino) le echó el raticida por la garganta, el Señor Verde Marihuana murió a los pocos minutos.

Muerto nº2: Señora Fucsia, muerta por una inyección de arsénico.

En otra habitación de la misma planta, poco tiempo después del incidente anterior, la Señora Fucsia en su rol de cantante pop-rockera estaba cantando en una habitación, cuando se fue al baño, y sin que nadie se diese cuenta, el asesino cambió su micrófono por una jeringuilla con arsénico, al volver la Señora Fucsia, prosiguió cantando como si nada, llegada a una parte crucial de la canción se acercó mucho el micrófono a la boca, momento que aprovechó el asesino para clavarle una inyección letal de arsénico en el cuello.

Muerto nº 3: El Señor Negro, cayó por una ventana.

Después de enterarse de las muertes del Señor Verde Marihuana y la Señora Fucsia, todos los demás se reunieron en el gran salón para saber que hacer.
- Esto se nos ha ido de las manos, no sabía que moriría gente de verdad. - Dijo escandalizada la Señora Granate.
- Se ve que no leíste las bases del concurso. - Respondí yo.
- ¡Hostias! Es verdad, en las bases pone que la gente muere de verdad. - Dijo el Señor Azul Marino.
- Pos eso, y ahora, para hacerlo más interesante... apagaré la luz. - Dije yo y apagué la luz, dejé los dos segundos típicos para que el asesino matase a quien sea y volví a encenderla.

El Señor Negro no estaba... y la ventana del salón estaba abierta... y en el suelo del jardín había un cuerpo... Bueno, en ese momento la gente intentó atar cabos, pero ninguno lo consiguió, aunque el Señor Gris había bajado a ver el cuerpo en su rol de joyero franchute a quitarle los anillos al misterioso cuerpo.

Al final resultó ser que el cuerpo que había en el jardín era el de la Señora Fucsia, y el Señor Negro lo que pasó fue que fue al baño y cuando volvió se resbaló con los cristales de la ventana, se dio en el cráneo y murió por un traumatismo craneofálico.

Muerto nº 4: Señor Rubio, porque le brilla mucho el pelo.

Estaban los sobrevivientes (sí, sobrevivientes) lamentando por segunda vez la muerte del Señor Negro, al cual, ya que la había palmado al lado de donde estaba el cuerpo de la Señora Fucsia, enterraron junto a ella, para ahorrarse trabajo en cavar tumbas, que donde caben dos, caben tres. ¿Dos? Sí, porque ya de paso metieron ahí al Señor Verde Marihuana (bueno, lo que quedó de él después de que el Señor Amarillo intentase fumárselo).

En esto que el Señor Rubio andaba buscando a la Señora Granate para comentar cosas sobre el cine de ciencia ficción de los años 50, ya que este tenía el rol de informático empedernido y había hackeado por error la base de datos de Hollywood dejando al descubierto miles de películas de este género, y como a la Señora Granate le encantaba el cine pues... Bueno, el caso es que estaba el Señor Rubio por el pasillo de pronto el asesino le cogió por la espalda, el Señor Rubio pudo verle la cara, pero antes de que pudiese gritar su nombre para avisar a los demás el asesino le metió un táser por los orificios de la nariz, lo cual hizo que se le volviera el pelo de color rubio brillante, lo cual deslumbró a su cerebro y sufrió un ataque de epilepsia que lo mató (el asesino llevaba gafas de sol así que no le pasó nada).