martes, mayo 24, 2011

Choose your Destiny!

Vas tranquilamente andando por la calle, con una impropia sed de aventuras, cuando te encuentras una moneda de un céntimo tirada en el suelo, un poco sucia y...
Coges la moneda. Es solo un céntimo, sí, pero ahora eres un céntimo más ric@. Continúas tu pequeño paseo y escuchas un coche que ha pasado muy rápido, pero no le das importancia; ahora decides ir a tomar algo.
Encuentras una hamburguesería cercana. Entras y te pides una buena hamburguesa y un refresco. Tras esto, el dependiente con licenciatura en periodismo te pregunta "¿con patatas o sin patatas?"
Recibes lo que has pedido y te sientas en una mesa. Al poco tiempo se sienta a tu lado una persona que solo puedes calificar como "tremendamente follable", y te pide que le dejes algo de kepchup para sus patatas. Evidentemente se lo das, y acabáis entablando una conversación, y acabáis en su piso. Y te despiertas a la mañana siguiente bastante satisfech@ por la noche que has pasado.
Te vas dando un portazo tras levantarte y vestirse. Eres un@ rompecorazones. Sales por la puerta del edificio. Ahora te das cuenta de el edificio donde has pasado la noche es en realidad un instituto de preparatoria, y sientes un deseo irrefrenable de ingresar en él; cosa que es bastante fácil aunque estemos a mediados de curso. Como estudiante de preparatoria que eres, ahora te enfrentarás a miles de retos diarios.
Tras unos días en la preparatoria para la univerdad notas como el chic@ más inteligente y guap@ de tu clase, que tiene el pelo verde (muy bonito), se fija en ti y te cita secretamente para que os veis. Más tarde averiguas que a tu mejor amigo de allí le mola la chica tímida de clase, a la que le mola el profesor, que a su vez es el padre de la enfermera, y ésta está enamorada del chico deportista, que maltrata a tu colega, pero que en el fondo tiene buen corazón y le gusta la persona que a ti te tira los tejos.
Al principio la gente es un poco reacia, pero todos acaban aceptando, ¡es una idea que gusta a todos! Las cosas que hiciste quedarán en los anales de la historia del sexo y las bacanales... alcohol, cabras, algo de sangre y alguien con algo de ladillas. Tu vida seguirá como hasta ahora, pero tendrás un bello recuerdo de estos días.
Todo acaba en un maravilloso idilio romántico, estás coladísim@, pero lamentablemente a el/ella tiene que coger un avión a Japón porque a su padre lo han destinado en el trabajo. Te sientes mal, jodidamente mal, nunca volverás a encontrar el amor en tu vida, y morirás sol@ en tu piso habitado por gatos y basura.
No vamos a entrar en cómo salvaste al mundo cuatro veces en dos días. Ni en cómo conseguiste esa espada mágica. Ni siquiera en como has conseguido ese nuevo pelo de color azul sin echarte ningún tinte. Pero comprenderás que no es normal descubrir que TÚ eres el dios creador del universo y que su destino depende de si ganas el partido de fútbol en el que estás ahora mismo. Quedan cinco segundos y tienes el balón, Saehi está desmarcad@, pero también puedes tirar a puerta.
Eres Dios sí, pero no eres el Dios del fútbol, ese es Buda, así que tu tiro no es infalible. De hecho, es bastante falible, y fallas. El mundo ha sucumbido ante tu incompetencia, tendrías que haber confiado en tus compañeros, que el compañerismo es la base de la humanidad, pero ya es tarde para aprenderlo.
Centras y... ¡GOOOOOOOOOL! ¡Qué jugadón! Acabas de salvar el universo. Felicidades. Fin.
Estás tumbad@ en la cama, te fijas y tu amante está claramente dormid@, con una dulce expresión en su rostro. Cuando se despierta y te ve se alegra enormemente, te besa y volvéis a follar como bonobos. Estás exaust@, pero te lo estás pasando muy bien. Te dice que te quiere y que ahora eres suy@. Todo muy bonito, sino fuese porque esto último lo dice mientras se abre las venas y derrama su sangre de forma ritual. Acabas de perder tu alma.
Vale, has perdido tu alma, pero al menos al pillado cacho, y eso es lo único que importa. A partir de ahora no tienes alma, pero nunca has creído mucho en su existencia, así que te da igual y largas de la casa de esa chalada sin creer ni una palabra.
Recuperar almas no es fácil, así que consultas a los expertos. Vas a ver a un antiguo chamán indio que te dice que quien te ha robado el alma es un@ bruj@, y que tienes que viajar al infierno para recuperarla. Y allí es a donde te envía (por un módico precio, claro). Ahora estás en el infierno, ves cientos de torturas distintas, pero por fin encuentras tu alma. Pero hay un problema, Lucifer en persona se mete en tu camino y te reta a un duelo de habilidad o inteligencia para poder recuperar tu alma. Si fallas, tu cuerpo se quedará también allí y sufrirás por partida doble.
Retas al Diablo a una partida de ajedrez. En el colegio conseguías ganar de vez en cuando a Checa, tu compañero tontito, pero esto es otro nivel. Te ha destrozado brutalmente en sólo 14 movimientos. Tu alma y tu cuerpo penarán por siempre aquí, en el infierno.
Escuchas primero al demonio, el mismísimo Lucifer ejecutar una perfecta obra en re menor de tres movimiento y a cuatro manos. Sabes que no vas a ganar, pero nunca te has rendido ante la adversidad y siempre has luchado hasta el final. No sabes tocar el violín, pero tan difícil no puede ser. Comienzas, el ruido que sale de ahí es una mierda más grande que la mierda más grande que pueda echar Cthulu. Pero por fortuna para el jurado infernal has tocado la pieza más magistral que pueda hacerse ¡Tienes una potra que no te lo crees ni tú! Recuperas tu alma, vuelves a la Tierra, y a partir de ahora eres colega del Demonio. No has acabado tan mal como parecía.
Coges tu bandeja y tu sientas en una mesa. Terminas tu pedido y te preguntas si no hubiese sido mejor pedir unas buenas patatas, pero ya da igual, te marchas del lugar. Coges el metro para ir a casa, pero en medio del trayecto el metro se para y se encienden las luces de emergencia y no hay comunicación ¡Se ha derrumbado el tunel!
Tu carisma natural sale a relucir. Consigues tranquilizar a todos y convencerles de que hay que buscar una salida. Así que avanzáis a través de los túneles del metro y entráis por una puerta que pone "Emergencia", que da a unas escaleras que van hacia abajo. Seguís avanzando hasta que el camino se divide en dos sin ninguna indicación.
Tras andar horas y horas, pasando por extrañas cuevas rocosas, apareces en una gran planicie con grandes árboles en el horizonte. Casi no te da tiempo a seguir andando cuando un Tiranosaurio-Rex devora al negro gracioso del grupo y a la rubia pija y tonta. Ahora no podéis volver atrás porque el dinosaurio ha causado un derrumbe en la cueva. Tenéis que seguir adelante.
Sí, sí, tu corre. Colega, es un Tiranosaurio Rex, de nada sirve correr. Has acabado en su estómago y lo poco que quedaba de ti ha sido abrasado por ácidos gástricos y convertido en mierda de dinosaurio.
Mientras corres le vas poniendo la zancadilla a la gente para que se caigan y el Rex los devore. Has hecho que todos mueran, pero tú has sobrevivido y conseguido ocultarte en una base científica. Puedes intentar huir con el coche que hay fuera o seguir investigando el laboratorio.
Mirando un poco los papeles descubres que los dinosaurios tienen un chip de control mental que puede ser activado desde aquí (probablemente todo esto sea un experimento malvado de alguien), de tal modo que lo activas y ahora todos los dinosaurios que hay en este paraje gigante subterráneo te obedecen. Consigues salir a la superficie con tu ejército de velocirraptores, diplodocus, stegosaurios y demás bichos gigantes y los usas para conquistar el mundo. Y todo solo por haber cogido un céntimo, no haber pedido patatas y haber escogido el camino de la izquierda, ¡eres un hacha eligiendo!
Intentas arrancar el coche pero... ¿comprobaste acaso que tuviese gasolina? ¿o que no tuviese las ruedas pinchadas? ¿comprobaste siquiera si tenía un cepo que no te deja moverte? No, pues bien, tu falta de percepción tiene su recompensa. Eres aplastado por un precioso braquiosaurio.
Notas que el aire está menos viciado por la derecha, así que decides seguir ese camino. Tras varias horas andando, y varios compañeros tuyos muertos en diversos derrumbes (el viejo, el listillo y la rubia no tonta), llegáis a un ascensor que parece funcionar. Lo tomáis y notas como el ascensor va en horizontal durante mucho tiempo y luego sube hacia arriba. Tú y el resto de pasajeros supervivientes del vagón (siete) habéis llegado a una estación espacial secreta. Mientras inspeccionáis un poco de la nave espacial por dentro, el perro del hippie que iba con vosotros pulsa un botón que no debía y os envía al espacio.
Vale colega. Acabas de saltar de una nave espacial en marcha, para cuando te "bajas" de la nave ya te separan unos 50 metros del suelo. Mientras caes solo puedes pensar en el hippie-perro-flauta y en su puto perro. Aterrizas sobre una gran pila de coches y te partes el cráneo. Has muerto. Pero tu odio te hace renacer en forma de fantasma, y una luz aparece ante ti.
El odio te consume. No puedes olvidar que por culpa del perro del hippie has muerto, así que vagas en busca de venganza. No consigues encontrar al hippie al que odias, así que todo tu rencor se vuelca contra todos los demás perro-flautas del mundo. Pasarás la eternidad aterrorizando a estos parias de la sociedad por lo que te hicieron ¡Nadie escapará de tu ira!
Entras en esa luz que te va dando una paz espiritual completa. Acabas de dejar esta mundo terrenal, pero para tu sorpresa la verdadera religión es el hinduismo, así que debes reencarnarte para volver a la vida. Debido a tus logros, tienes dos opciones.
Tras aceptar tu nueva vida como pato naces de un huevo, y tu mamá cría de forma magistral. Lamentablemente, has nacido en China y, aunque has sido feliz estos años, te conviertes en un suculento pato a la pekinesa y te sirven a una pareja de turistas malayos.
Tras nacer como tortuga, una pequeña parte de ti se pregunta qué has hecho para merecer ser una tortuga, mientras que otra se alegra enormemente. A partir de ahora serás feliz bajo el mar.
Vale, no eres astronauta, ni piloto, y el carnet de conducir te lo aprobaron por pena, pero ¡joder! ¡qué manejo tienes de transbordadores espaciales! Has llegado al espacio.
Tú y valerosa tripulación conseguís llegar, mediando algún que otro agujero negro y túnel de gusano, a Alpha Centauri, donde un nuevo sistema solar y un nuevo planeta os da la bienvenida como si fueseis dioses. A partir de ahora vivirás aquí como tal, y te follarás a alienígenas experimentando un nuevo placer sexual nunca antes sentido en el mundo.
Vale, has pilotado la nave, pero aterrizar es otro rollo. Simplemente no sabes. Pero hay cápsulas de salvamento. Claro que también divisas que un meteorito salido no sabes donde se dirige a la Tierra, y que solo estrellando la nave con él podrás salvarla.
Diriges la nave hacia el asteroide y pones a tope los motores. No te da tiempo a usar las cápsulas de salvamento. Estrellas la nave y destruyes la amenazante roca gigante en medio de una explosión jodidamente grande y espectacular (una auténtica Michael Bay). Mueres y nadie sabrá nunca lo que hiciste, ni quién eras, pero mueres sabiendo que eres un auténtico héroe.
Bueno, vale. Usas la cápsula de salvamento, pero la Tierra es destruida por el meteorito gigante. Mueres asfixiado dentro de la cápsula acompañado por un hippie-perro-flauta y su mastín pulgoso.
¡Diossssssss! ¡Vas a morir! ¡Vas a morir! ¡Vas a morir! Que no... Estás acojonad@, pero los demás también. Entre todos os calmáis y esperáis a que lleguen los servicios de rescate. Han sido unas horas traumáticas, pero ahora estás bien. Te atienden en el hospital con normalidad, pero notas que el enfermero que te saca sangre tiene pinta de sospechoso.
Vale, has seguido al enfermero porque tiene pinta rara. Descubres que lo raro que tiene es que tiene pinta de musulmán ¡Eres un racista! Pero eso no viene al caso, descubres que efectivamente algo huele a chamusquina cuando le da varias muestras de sangre a un tipo en la parte de atrás del hospital, después de que éste le haya dado un fajo de billetes. El tipo se va a ir en el camión, pero puedes colarte en él por la parte de atrás.
Llegas a una extraña fábrica abandonada donde el camión se para, y consigues salir sin que te vean. Entras en la fábrica infiltrándote como un auténtico miembro de Third Echelon y descubres que en realidad es un laboratorio donde están creando clones de la gente, aunque no sabes para qué propósito.
Entre unas maniobras y otras, te deshaces de los 198 guardias del recinto y matas también a los 32 científicos. Ahora los clones son tuyos, son tu ejército, y los usarás para tus diabólicos fines, porque ahora eres malo, es lo que pasa cuando matas gente.
Afortunadamente nunca sales de casa sin tu cargamento de C4 en la mochila. Pones las cargas y las detonas remotamente. Has desmantelado una red de clonadores que tenían la intención de conquistar el mundo, pero esto debe permanecer en secreto. No te importa, sigues con tu vida sabiendo que molas un huevo.
Los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado agradecen tu colaboración... y ya está. Te dan las gracias y a casita, nunca sabrás que pretendían hacer con tus muestras de sangre.
Te das cuenta de que lo raro que tiene el enfermero es que es de origen musulmán, y tú no eres racista, así que vuelves tranquilamente a tu casa a seguir con tu vida, intentando olvidar todo el tema del derrumbe.
Al entrar en la heladería vas directamente a coger tu helado favorito, pero en ese momento unos horribles terroristas de helados, cuya misión es erradicar el frío del mundo entran por la puerta y ordenan a todos que se echen al suelo; entonces tú...
Eres un@ cobarde, hay que admitir los defectos de cada un@, así que te echas al suelo mientras los terroristas destrozan la heladería. Pero uno de los dependientes coge a uno de ellos por detrás y, ya sea por el síndrome de Estocolmo, ya sea porque en el fondo de tu corazón odias los helados, le abres la cabeza al dependiente con un servilletero. ¡Felicidades! Los terroristas te ofrecen unirte a su secta.
Como sectario terrorista que ahora eres, debes saber que la llegado del divino Smorkinilia es inminente, pero que detesta el frío. Así que para que este sagrado ser toque a la Tierra con su virtud es necesario hacer varias misiones por el mundo.
Decirlo es fácil, hacerlo es chungo, muy chungo. Pero tranquilo, tienes compañeros y equipo de alta tecnología. Tras unos años consigues derretir los casquetes polares y echarle la culpa al cambio climático. En poco tiempo el advenimiento de Smorkinilia llegará.
¡No te lo puedes creer! Smorkinilia ya ha llegado y traerá la paz y la prosperidad a la Tierra, y el cese de luchas... todo esto tras la devastación y el aniquilamiento de la humanidad. La deidad espacial resucita a los muertos y los hace atacar a las personas. Te despojas de tu hábito sectario y... ¡es hora de matar zombis!
Matas muchos zombis, pero no los suficientes, estos son de los que corren. Has gastado tres bates de madera y dos de aluminio, seis pistolas distintas, una escopeta, un carrito de los helado, 54 horquillas y una lechuga, pero no ha sido suficiente, al final te cogen y te devoran. Pero aunque no lo creas, todo formaba parte del plan divino-espacial de Smorkinilia para purgar los pecados del hombre. Ahora la Tierra vivirá siempre en paz y harmonía.
Eres un@ tip@ dur@ ¡Vaya que sí! Con tus manos desnudas has evitado la invasión del dios espacial. De hecho, has luchado contra él a hostias y le has vencido. Eres el salvador mundial. Tu vida a partir de ahora será lujo y jacuzzi de champán con prostitut@s.
Vale, muchos te tachan de loco, pero te da igual, sabes que la deidad espacial llegará. Y que todo aquél que no la acepte morirá. Smorkinilia llega, pero está descontento con que tanta gente sepa de su llegada, así que manda a su ejército de aliens a destruirte a ti y a toda la humanidad.
Le has fallado a tu Dios. Ahora sufre su ira divina. Estás muert@ y remuert@, y además te han metido sondas espaciales por culo (antes y después de muert@).
Los aliens son fuertes y no están mal equipados. Pero el mundo tiene un arma secreta... tú, bueno, tú y el súper robot que te acaban de dar. Misiles, rayos láser y canciones poperas que destrozan a los aliens por todas partes. Te ventilas a los aliens, pero no es suficiente, tú ansia de poder se une al robot tecnórganico en el que estás montado y te dedicas a destruir el mundo durante el resto de tus días. Bueno, al menos eres tú el que asola la Tierra, y no un extranjero.
Mientras tú y tus compañeros terroristas sectarios os dedicáis a echar aerosoles impunemente en medio de la calle, unos policías os capturan por ir vestidos de forma rara (el naranja y el naranja más oscuro no combina bien). Pasas la noche en el calabozo y, tras un análisis de sangre los policías te dicen que dejes de tomar opiáceos. Sí, te han estado drogando ¿Cómo has podido creete lo de la divinidad que odia el frío?
Lo de la secta ha sido una fase. Solo una fase. Mucha gente tiene problemas e idas de olla alguna vez en su vida ¿no? Pues tú también, pero ya has dejado atrás toda esa mierda. Escribes un libro contando tu historia, tiene éxito, te acabas casando con un@ model@ y tienes dos niños. Serás feliz el resto de tu vida.
¡Ay! Si es que el vicio es muy malo. No tenías tanto mono, pero un varapalo así es difícil de superar, así que te das a las drogas. Claro que eres pobre, las sectas no son gratis y no tienes un duro. Te han hablado de una empresa farmaceútica por aquí cerca fácil de robar; pero también de un ciego que deja las puerta de su casa abiertas.
Consigues colarte dentro de la fábrica, y te dedicas a buscar drogas (menud@ yonki estás hech@). El segurate te ha visto, y corres por todas partes hasta que llegas a un laboratorio secreto (es secreto porque sí), con las prisas te tropiezas y rompes unos frascos que te exponen a sustancias extrañas y empiezas a sufrir una mutación. A lo mejor te conviertes en Hulk... pero no, ahora eres un vampiro. Así, por la cara. Pasarás la eternidad chupando sangre y buscando cómodos ataúdes para dormir.
Vas a su casa. En realidad eres muy rastrer@, le estás robando a un ciego que deja su puerta abierta porque confía en la gente. En readlidad eres muy muy rastrer@. Pero te jodes, y el ciego es en realidad Dios, que ha bajado a la Tierra, y por ser lo peor de los peor te fulmina con un rayo. Así, a pelo.
Te pegan un tiro. Así de simple, estás muert@
Tus padres no te hacían caso, pero desde pequeñ@ tú sabías que ver los Power Rangers servía de algo; tras abalancerte como un tigre sobre uno de los terroristas consigues quitarle el arma, matar a dos encapuchados y salvar el día, aunque un tal Peter Stravonsky, líder de los terroristas, consigue escapar. Pero eso no importa, ahora eres un puto héroe, y como tal te invitan a programas de televisión y te haces famos@.
Ahora eres la vergüenza de la humanidad. Fuiste un héroe, pero ahora das asco, la fama te corrompió, te lo gastaste todo en put@s, cocaína y pegamento; ahora no hay nadie que te ayude y eres un despojo social.
Contemplas varias formas de matarte, y resuelves que la mejor forma y menos dolorosa es un tiro de escopeta a la cara, pero como no te tienes, te acabas metiendo un taladro en la sien. Feliz muerte.
Viajas a las montañas de Nepal, donde tras varios años de ermitaño consigues entrar en comunión con tu yo interno y despojarte de los deseos terrenales. Enhorabuena, has comprendido el universo, todo tiene sentido, y jamás te has sentido más en paz que ahora. Tí@, has alcanzado el Nirvana.
Ser héroe no es fácil, y ser honrado tampoco, pero el esfuerzo merece la pena, eres un icono mundial. Has entrado en contacto con las altas esferas, unos intentan manipular y otros... también (pero menos).
Eres un puto héroe ¡Claro que ganas! Pero tu país se está arruinando. Tú consejero Joe te dice que ataques un país de Oriente Medio para conseguir petróleo, y tu consejero Álvaro te dice que conviertas el país en un estado comunista ¿A quién haces caso?
Eso atacar países árabes mola, pero no es un bol de Special K. Has atacado con éxito un país, has implantado un gobierno títere, has sometido a los medios de comunicación con tu dinero, tu país se ha convertido en el líder mundia, y nadie en todo el mundo se atreve dar un paso sin que lo consientas. Eres el Rey del Mundo.
Vale, has implantado el comunismo ¿Y ahora qué? Los mercados del mundo te dan la espalda, tu gente tiene buena educación pero pronto pasará hambre, esto es malo, muy justo, pero malo.
Para hacer reflotar al país has tenido que hacer esta concesión, pero consigues recuperar tu economía, y el mundo pagará muy cara esta afrenta contra tus ideales que han hecho cometer. Formas un ejército de proporciones gigantescas. Hitler y los nazis resucitan para intentar pararte, pero no pueden (matar nazis nunca fue tan fácil y divertido), nadie puede pararte. Ahora has conseguido dominar el mundo por la fuerza. Pero eres magnánim@ y crees que en tus ideales; de tal forma que implantas el comunismo en el mundo entero. Y consigues que funcione. No hay hambre, no guerras, todos tiene vivienda y ropa. Has traído la paz y la felicidad al mundo.
Chic@, lo intentaste, pero el comunismo no funciona. El país quiebra y sus ciudadanos te echan la culpa. Lo siento, pero te capturan y te ahorcan en nombre de la revolución neoliberal.
Bien, te has unido a una de las dos mayores y mejores sectas del mundo. Tras varios ritos de iniciación consigues poderes magicos, que te dejan utilizar como quieras siempre que ayudes de vez en cuando a fortalecer a la sociedad secreta usando tus influencias.
No puedes alterar la realidad, pero ¡oye! Vuelas, tienes súper fuerza, súper velocidad, te tiras unos eructos del copón y congelas cosas ¡Y todo sin llevar la ropa interior por encima de los pantalones! Te dedicas a hacer el bien en el mundo. Pero eres un súperhéroe, y ahora viene lo chungo, te ha tocado un súpervillano, y de los difíles. Ha descubierto tu identidad secreta, secuestrado a tu hija no nata (puede hacerlo, es un tío muy malo), y de paso quiere destruir el mundo; pero te dice que no hará esto último si te suicidas delante de él.
Vale, aceptas. Te partes el cuello. No tienes ni puta idea de que el malo hizo luego. Fin.
Te lanzas contra él. Forcejeáis durante mucho tiempo. Vuestras fuerzas y poderes son los mismo, es como si fuéseis la misma persona... ¡Lo sois! Él viene de una realidad alternativa y quiere matarte, lo comprendes al mirar sus ojos. La cosa está difícil, tan difícil que al final os matáis entre vosotros (bueno, como sois el mismo, técnicamente sería un suicidio) y todas la realidad y los universos alternativos son destruidos a raíz de esta paradoja espacio-temporal.
Eres un súpervillano de los guapos, de la élite, tú no robas bancos; tú conquistas países, mundos o realidades. Precisamente de eso último va tu último plan malvado: viajas a una realidad alternativa donde te volviste bueno e intentas matarte para destruir el tejido espacio-tiempo.
Entras en una taberna irlandesa y allí está... ¡tú viejo amigo Mike! No te lo puedes creer, te sientas junto a él y te pregunta que si quieres beber o jugar al billar con los tipos que tenéis detrás
Mike no ha perdido su toque, 17 pintas de cerveza y sigue en pie el cabrón, pero tú también. De pronto, sin saber como (aunque te lo imaginas), apareces de noche en un banco mareado, semidesnud@ y con tus partes bajas llenas de purpurina.
Juergas peores te has corrido, y más te han corrido, así que esto no es tan grave. Vuelves a tu casa, te acuestas, a la mañana siguiente te levantas como si nada, y tu vida continuará hasta el fin de tus días igual que siempre ¿Y si no hubiese cogido la moneda?
Poco a poco te vienen flashes de lo que ocurrió anoche. Lo más desconcertante, aparte del cactus, es que recuerdas ninjas. Vuelves un poco sobre tus pasos y, en el callejón de la taberna, encuentras sangre de Mike (sabes que es de Mike porque hasta eso huele a cerveza). Encuentras un rastro y lo sigues. Llegas a una pequeña tienda de té japonés y te hacen pasar a la trastienda. Mike está atado, hay un viejo barbudo sentado en una silla y un ninja a su lado. El viejo te propone participar en un torneo de lucha o matará a Mike. No entiendes nada de lo que pasa...
El torneo es una mamarrachada, te pelas a todos tus contrincantes, excepto a una persona escultural del sexo opuesto, a la que te follas. Ganas el torneo, salvas a Mike, y has descubierto que sabes artes marciales. Se podría decir que has tenido un buen día.
Aflora una pequeña vena sádica en ti y de poco compañerismo. Le respondes al viejo que se cargue a Mike si quiere, pero te lo replanteas, coges una shuriken que tienes cerca y tú mismo matas a Mike ¡Tú no tienes debilidades! El viejuno está impresionado, y te ofrece entrar en la Yakuza, pero pasas de él y también lo matas, y también al ninja, y al dependiente de la tienda de té. Todos muertos. Vas por la calle matando gente a katanazos, eres un jodido psicokiller. Mueres acribillado por los GEOS tras haber matado a 73 personas en menos de dos horas.
La partida está bastante reñida, pero al final tú y Mike ganáis a estos tíos con pinta de puertorriqueños, que no están especialmente contentos con el resultado y os acusan de hacer trampas. Mike no es conocido por su paciencia, y de pronto todo desemboca en una pelea de bar. Sillas por los aires, botellas rotas en algunas cabezas, y un pingüino de dudosa aparación es descuartizado en medio del caos. Tenéis problemas, el pingüino era la mascota del jefe mafioso local. Tienes que salir del país.
Mientras viajas en el avión notas unas pequeñas turbulencias, luego unas grandes turbulencias, y luego el agua del Meditarráneo en tus pies. NO PREGUNTES CÓMO, pero todos los demás pasajeros han muerto, el avión está destrozado y, por alguna extraña razón, estás en una puta isla desierta.
Con facilidad encuentras todo lo que buscas, además de un@ indígena que es tu paradigma de perfección de belleza que cumple todos tus deseos. No sabes que pasa. Pero te da igual. Te quedas a vivir allí y dejas de preocuparte.
¿En serio? ¿Una isla desierta en medio del mar Meditarráneo? ¿En serio? Notas a la legua que en realidad estás muerto... y que todo ha sido un sueño de Antonio resines.
Pues sí, viajas en el tiempo; Mike tiene buenos contactos. Tras llegar a un extraño laboratorio y meterte en una extraña máquina, acabas de llegar a la puta Edad Media, alrededor del año 1300.Mola ¿eh?
No lo haces mal para sobrevivir. Te haces pasar por extranjer@ y encuentras un buen trabajo arando campo de sol a sol. No es tu vida ideal, de hecho, tampoco es tu muerte ideal, ya que mueres a los 32 años de una infección que en la actualidad se cura con un jarabe. Pero no te preocupes, no todo el mundo viaja en el tiempo, en realidad eres un afortunad@.
Tú has visto muchas películas de negros que viajan en el tiempo y cosas así. Efectivamente hay un eclipse próximo, pero no sabes cuando es. En cuanto intentas hacerte el chulo y, sobre todo, cuando intentas explicar a la gente que lavarse es bueno, te tachan de moro, de judío y de brujería. Te queman en tres hogueras distintas a la vez. Si es que eres muy tont@.

Mientras cruzabas el paso de cebra, orgullos@ por no haberte rebajado a coger un miserable céntimo del suelo, un Cadillac rosa te atropella y mueres casi en el acto. Solo te da tiempo a pensar qué hubiese pasado si hubieses cogido esa moneda... Y que la avaricia a veces te salva la vida.

3 comentarios:

Gluglupita Aquamarino dijo...

oh redios! me he automatao!

Señor Rubio dijo...

asdsafgsasdfdsfhsfjdsaghsdaghksdgkfkfgfgjkñfasgdjgsdakdgsagds xDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD


Brutal.

Anónimo dijo...

Todo por un céntimo. ;)