"En busca del caramelo perdido" Capítulo 8: ¿Ser mágico o engendro de naturaleza? La prueba de la existencia de un matojo del desierto.

Nuestros “amigos” (ya no digo "héroes" porque ya son demasiadas comillas) llegan a las puertas de “El paraíso idílico de las hadas rosas”, en la entrada hay un cartel que pone: “Malas conciencias no permitidas”. Todos miran a Pako.

- Pako, me temo que no puedes entrar. – Dice Bull.
- Eh, eh, que yo no tengo mala conciencia. – Plano de la mente de Pako: se ve a un familiar de Ernespa pasando por ahí.
- Bueno, qué más da, ¿cómo van a saber si se tiene una buena conciencia o mala? – Dice Taoyi.
- Ey, mira eso. Pa – Dice Ernespa señalando una máquina.
- ¿Qué es? – Pregunta Taoyi.
- Un detector de malas conciencias. – Responde Django.
- Ah, claro... ¡¡¿Cómo es posible que exista algo como eso?!! – Pregunta a voces Taoyi.

Todos en ese momento señalan a Django.

- Eh, eh, que yo no he tenido nada que ver, no sería capaz de inventar cosas como esa. – Responde Django con la cara embajonada. Lo que dijo pudiera haber quedado creíble si en ese momento no hubiera aparecido de otro plano temporal un avestruz con una tostadora encima...

En ese momento aparece un hada chiquitita súper mona, y les dice a nuestros “”amigos”” que vayan pasando hacia el detector de malas conciencias, que parece una máquina de rayos porno gigante.
Conciencia de Django: Zzzzzzz...
Conciencia de Taoyi nº1: Haz cosas buenas, eres bueno, sigue así.
Conciencia del gallino: Coooocoooccoooco.
Conciencia de Ernespa: Mátalos, mátalos a todos, sabes que quieres hacerlo.
Conciencia de Taoyi nº2: Tienes que ser un cabrón, rompeles las piernas a todos.
Conciencia de Bull: Anda, me están observando con un detector de malas conciencias.
Lo siento señores, soy una buena conciencia
Conciencia de Taoyi nº3: Luz, fuego, destrucción.
Conciencia de Pako: ... -No tiene conciencia alguna.
Conciencia de Taoyi nº4: Inde yanguel, de maigti yanguel, de laion eslip tu nait...
Conciencia del narrador: Te he dicho mil veces que no te incluyas en la historia, se acabó, me voy. – Se oye como mi conciencia cierra la puerta de un portazo y se larga en un coche.
Conciencia de Taoyi nº5: Sigo diciendo que tener cinco conciencias es raro.

- Vale, después de ver vuestras conciencias, el lobo raro ese, el gallino, el dromedario, el todopoderoso dios Pako, y tres cuartas partes del gorogoro pueden pasar. El matojo del desierto rodante con ojos, patas y brazos y el resto del gorogoro serán asesinados por violar nuestras leyes.
- Ey, un momento, ¿según vuestra ley podéis matar a la gente simplemente por no tener buena conciencia? – Pregunta Taoyi.
- Sí, ley número 21: toda persona, ser mágico o gorogoro será ejecutado si se le detecta una mala conciencia.- Responde el hada.
- Pero Ernespa no es ni una persona, ni un ser mágico, ni un gorogoro, ¿dice algo la ley sobre engendros de la naturaleza?- Pregunta Bull con intriga.
- Ehm, no lo sé, yo lo considero un ser mágico.
- Pues yo no. – Dice en tono desafiante Bull.
- Entonces iremos a juicio. – Concluye el hada.

Media hora más tarde están todos nuestros “””amigos””” en una gran sala, donde se celebra el juicio. El acusado es Ernespa, Bull es el abogado, todos los demás están allí para ver, excepto Taoyi, que sólo tiene las tres quintas partes del cuerpo en la sala, el resto está retenido en una celda.

-Hola, señoras, señores y gorogoro, me llamo Danny y estoy aquí para demostrar que este sujeto – Señala a Ernespa. – es un ser mágico y no un engendro de la naturaleza como intenta hacernos creer este dromedario.
-Hola, hadas, hados, gente de mi grupo, señor narrador y señor lector. Hoy estoy aquí porque tengo que demostrar que tengo una buena conciencia y que no me ejecuten como al pobre Ernespa... ... ah, sí, y para intentar salvar a Ernespa.
-Señor Ernespa, ¿es usted un ser mágico? – Pregunta Bull mientras se dirige al estrado.
-No, pa.- Contesta Ernespa.
-¿Es usted un engendro de la naturaleza?
-Sí, pa.
-Nada más que añadir. – Acaba Bull y se sienta.
-Bsssubsbmsbusmsu (onomatopeya de murmullo de sala de un juicio del país del Paraíso idílico de las hadas rosas). – Dice el público.
-Muy bien, señor Ernespa – Se levanta Danny. - ¿Tiene usted pruebas para demostrar que sea un engendro de la naturaleza?
-No, pa. – Responde con voz tímida.
-Y... ¿tiene usted pruebas de no ser un ser mágico?
-No, pa. – Dice con los ojos llorosos.
-No hay más preguntas. – El hado Danny se sienta.

Después de eso, el jurado se retira a deliberar. Al volver no tienen ningún veredicto. El juez hado dicta sentencia, y es...

-Bueno, el jurado no ha alcanzado ningún veredicto, así que... ante la duda... lo dejaremos libre.
-Bieeeeeeeeeeeeeeeeen. – Gritan todos nuestros “”””amigos”””” al unísono.
-Que nooooo, que era coña, lleven al acusado a la guillotina.- Dice el juez de repente, quedando a todos un poco jodidos.
-Un momento, quisiera hacer una petición.- Dice Ernespa levantándose del estrado. – Quiero que se repita el juicio y que mi abogado sea Pako.
-¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿Qué?????????? – Pregunta Bull muy sorprendido. - ¿Por qué?
-¿Y por qué no? – Dice Pako con cara épica mientras se levanta.
-De acuerdo, así será esto más entretenido. – Dice el juez.
-Bsssubsbmsbusmsu. – Dice el público.

Entonces da comienzo un nuevo juicio, esta vez con Pako de abogado.

-Señor Ernespa, ¿no es cierto que usted es un engendro de la naturaleza? – Pregunta en primera instancia Pako.
-Sí, pa.
-Pero... no es más cierto aún... ¡¿qué el abogado Danny tiene tres esposas?! – Dice Pako dándose la vuelta bruscamente señalando a Danny.
-Un momento, eso no tiene nada que ver con el juicio. – Dice Danny sorprendido.
-Bsssubsbmsbusmsu. – Dice el público más alto que antes.
-Y además, ¿no es cierto que usted ni siquiera es abogado? – Dice Pako encarándose con Danny.
-No, yo no... no tiene ninguna prueba de eso.– Dice Danny acojonao.
-Bsssubsbmsbusmsu.
-Todo eso son mentiras, ¡¡Mentiras!! – Grita Danny entre sollozos.
-Y no es solo eso, el abogado hado Danny tampoco ha dicho que... ni siquiera se llama Danny, es más, ni siquiera es un hado.
-Son injurias, injurias. ¿Acaso tienen pruebas de algo de eso? – Dice el supuesto abogado hado Danny dirigiéndose hacia el juez.
-No se necesitan pruebas para algo que ha dicho el todopoderoso dios Pako. Muy bien, en vista de lo ocurrido, dejo a Ernespa libre por haber tenido que soportar este terrible espectáculo. – Dice el juez.- Que noooooooo... que es coña, Ernespa a la guillotina, y Danny a la mierda.

Poco tiempo después Ernespa estaba en el patíbulo donde se le va a ajusticiar. Pero cuando el verdugo hado le va a poner el cuello en la guillotina... resulta que ven que Ernespa no tiene cuello, así que no pueden condenarlo, ya que según sus leyes para ajusticiar a alguien se ha de poner su cuello en la guillotina y como no tiene pos... lo dejan libre. De eso tío misterioso que se hacía llamar Danny y que se hacia pasar por abogado hado no se supo más, lo desterraron.

Nuestros “””””amigos””””” salen ya de ese extraño país.

-Oíd, ¿no nos olvidamos de algo? – Pregunta Django
-No, creo que no. – Responde Taoyi... más bien, tres quintas partes de Taoyi.