martes, marzo 15, 2011

No son palabras.

La respiración en tu nuca.
El tacto de tus dedos.
El sabor de tus labios.
El olor de tu pelo.
El tiempo de vacío.
La melancolía del humo.
Las figuras desdibujadas de la lluvia.
El aroma del barro.
El agua derramada en la cara.
El frío y la soledad en la multitud de un lunes.
La desgarbada figura que se aparece ante mi ventana.
El fulgor verde que me atrae a la botella.
La luz cristalina que despiden los ojos.
La sangre diseminada del gusano por la tierra.
La voz del payaso que ya no ríe.
Pintura desgastada.
Decadencia en el destino.
Muerte del ansia de vivir.
El irritante sonido al tragar el agua.
La bolsa de plástico que acaba con todo.


Todo no son más que palabras, pero son algo más, son vacíos, son nada. Me pregunto si la gente realmente tiene algo que contar cuando utiliza frases parecidas. Siempre me han parecido frases y palabras manidas, por eso cuando quiero escribir algo con esas palabras me cuesta mucho porque tengo que reirme de mí mismo, tengo que detenerme, si no me siento mal. Es como una pretendida profundidad, una introspección que solo sabe recurrir a tópicos; quiero hacerme el guay o quiero escribir lo que pienso con putas palabras de cuatro sílabas. Pero todo depende, si conozco por qué está escribiendo lo que escribe esa persona, o la conozco bien, no me importa demasiado (bueno, no siempre), no me parece tan forzado.

Claro que, igualmente, ahora mismo me da la impresión de que escribo esto por ir contra lo establecido, lo normal y natural (dentro de cierto ámbito), como si quisiese mostrar la pretendida profundidad de antes. Pero bueno, al fin y al cabo, yo también soy un bloguero ¿no?

Aún no entiendo por qué de vez en cuando me siento mal por no escribir cosas profundas y serias, si total, son una mierda. Supongo que a la gente le salen y a mí me apestan... *Snif* *Snif* Creo que huelo los pedos... y no solo los míos.

1 comentario:

Gluglupita Aquamarino dijo...

cuando me miras con esos ojitos se me hacen cocacola las bragas.