sábado, noviembre 06, 2010

Entrada codificada.

Te han pasado hipotéticamente 10 años del sentido de la vida y solo he derramado sake dos veces en tu honor. No sé si te merecías más, probablemente no. Estoy casi seguro de que no, pero a veces entran ganas.

Sólo se recuerda a los caídos cuando cumplen años los días de guerra, y se recuerdan de forma muy hipócrita, no te acuerdas antes porque es muy fácil no hacerlo, solo lo haces a veces cuando ves un color que se le parece.

No sé por qué ocurre, no sé por qué pasa, sólo sé que no importa que pase, que es normal, que tengo 20 años, y que madurar no significa dejar de llorar.

Que esto no va de elegías, va de un juego, en el que las normas se rompen y el peón pasa a ser rey, no sin que antes el anterior haya abdicado. Lo único que pesa en la corona son las joyas que se han heradado.

Me gustaría tirar por tierra la poca codificación que yo veo, pero no pasa nada, hay a quien no necesito codificarle nada. Si esto es un texto que me recuerde como estoy ahora, debe recordar también que en este momento, a 4 kilómetros de distancia, no estoy solo.

No hay comentarios: