jueves, noviembre 22, 2012

Más allá

Era navidad... o no. Realmente no lo era. Y aunque lo fuese, qué importaba.

Caminando por la ciudad, con las preocupaciones que cualquier persona tiene en su mente "¿Me dará tiempo a llegar?", "¿Hará frío luego?" "¿De verdad ese tío no se da cuenta de que su peluquín es súper cantoso?". También había preocupaciones más específicas dedicas a personas específicas "¿Cómo le habré caído a Eufrasia?", "¿Qué tenía en mente su madre al llamarla así?", "¿Le gustaré realmente a Daniela?", "¿Por qué?",  "¿Se habrá tomado mal El Corkas que pasase de él el otro día? Joder, es que tenía unos asuntos...". Y en pensando en esas cosas es cuando se dio cuenta de que hasta le importaban los sentimientos de los demás ¿Por qué? Con lo frío que era antes, o con lo frío que se creía ¿Era eso? ¿Se creía frío pero nunca lo había sido y ahora lo había descubierto? Vaya palo, ¿no?

El caso es que parecía que le importaban las personas, e incluso le importaban más allá de que esos sentimiento y pensamientos ajenos le afectasen a él. Vaya mierda. Había a veces que le habían alegrado esas personas, pero otras tantas le habían puteado, incluso a veces le habían hecho llorar.

Continúo andando, con paso meditabundo, sin hacer caso a lo que sucedía a su alrededor, tanto más hubiese dado que le hubiesen robado sútilmente la cartera como que le hubiese cortado el brazo con una cuchara para helados, estaba absorto en su mundo de sentimientos ajenos. La mente le volaba de una persona a otra. Surgían sentimientos: cariño, alegría, odio, rencor... y de repente sintió algo que parecía amo... ¡Espera! ¡Espera! ¡Espera! ¿Amor? ¿En serio? Vaya jodienda. Pero no pudo más que asumir que era verdad, que parecía que había gente a la que quería ¿Cómo era aquella canción?

Más allá 
del rencor, 
de las lágrimas y del dolor 
brilla la luz del amor
dentro de cada corazón

Si eso era verdad... Vaya putada... o no.

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