sábado, agosto 08, 2009

Tour Andaluz (Parte 1).

Día 1: 9:30. No he dormido, no sé si por la excitación del viaje o por aquello de que ayer me levanté a las 5 y media de tarde...
Ahora desayuno, he pedido catalana y zumo de naranja, apuerto 10 contra 1 a que envenenado todo.
9:42. Perdí.
10:18. Espero en la estación de autobuses a mis compañeros de viaje en este primer trayecto del tour. Posibilidad de zombismo: poca, pero molaría un montón.

Día 2: 20:16. Ayer fue un día curioso, no había dormido casi nada, así que después de que metiésemos en la congelador del Mercadona, comimos en casa de la Señora Fucsia y luego me dormí mientras todos se iban al cine a ver Harry Potter.

Día 3: 7:55. No comenté ayer que después, mientras dormía la siesta, Limoncito me llamó y me despertó, y luego fui a casa del Señor Gules a tirarme en el sofá (un sofá que mola) con ellos dos. Hablamos de los reptilianos y los hombres.pared, estos últimos me dan más miedo.
Bueno, el caso es que después fuimos la Señora verde, la Señora Fucisa, el Señor Amarillo, el Señor Verde Hierba Seca, el Señor Limón, el Señor Gules y yo al McDonalds a comer, y luego al río a beber nuestra garrafa de 8 litros de agua donde había 4 de calimocho.
Después de una bonita noche el Señor Gules, el Señor Limón y yo volvimos al sofá y tiempo más tarde nos dormimos.

Ayer amanecí a las 7, se podría considerar pronto si no fuese porque las 7 de la tarde. Al rato acompañamos al Señor Limón a coger el tren a su pueblo. El Señor Gules y yo volvimos a su casa a comer chorizo y ver una peli de idiotas (llamada "Los idiotas").

Y ahora estoy en un bus que va a Algeciras, cosa que decidí ayer, y me he levantado a las 4 de la mañana y me he releido "El Caballero de la Armadura Oxidada"

14:35. He visto una cagada de Mazinger Z.

1:36. He descubierto donde reúnen las putas en Algeciras, y también he visto a un putero.

1:46. Ahora que lo pienso, yo hubiese elegido a la de las tetas más grandes y no a la negra fea ésa.

No sé que hora es. He caminado desde la estación de autobuses hasta la playa, y desde su principio hasta su fin, las conchas pinchan un montón, aún cuando he ido siempre con los pies en el agua.
Ahora voy a ver la hora... son las 3:50, pronto harán 24 horas sin dormir. Algeciras mola... Hora de desandar el camino.
Por cierto, hace horas, por la playa, oí un grito, pero estaba lejos, así que no investigué, lo dicho, vuelvo a la estación de autobuses, intentaré ir más rápido.
A todo esto, escribo en la playa, sobre la toalla, casi sin luz, mola... ah, y vine hasta aquí porque quería llegar a una torre que estaba lejos, ahora está cerca.

Alrededor de las 6. He llegado a la estación. No sé como se me ha olvidado el PIN del móvil, pero ahora estoy incomunicado.

Día 4: Voy a confiar en la suerte y voy a ver si a la Señora Amarillo Pequeño le da por ir a recogerme a la estación de San Fernando sin que la avise por móvil; la otra opción sería esperar más horas e ir a casa de la Señora Azul Profundo a que ella llame a la Señora Amarillo Pequeño, pero mi elección me resulta más divertida.
Por cierto, el día de ayer cojonudo, nos pararon en el Hipercor porque pensaban que habíamos robado, vi algo de Algeciras, conocí a amigos de la Señora Azul Profundo (a una le encantan los zombis, se llevaría de puta madre con el el Señor Transparente), estuvimos en la playa toda la tarde y luego conocí a los padres de la Señora Azul Profundo (aunque no saben bien quién soy yo)... y bueno, desde más o menos las 00:30 he estado solo sin dormir, y ahora escribo esto.

Sobre las 10:00. Bien, llegué a San Fernando, sin móvil, y sin que la Señora Amarillo Pequeño supiera cuando llegaba. Así que tras esperar un rato a que la divina providencia me ayudase (y tras dar vueltas), entré en una oficina de peritaje, y pedí unas Páginas Blancas, y busqué a alguien con el apellido de la Señora Amarillo Pequeño en San Fernando confiando en que fuese su padre (se podría decir que el Tuenti me ha salvado la vida), así que me metí en un bar y llamé al número, y éste fue el principio de la conversación:
- Hola.
- Hola.
- ¿Eres... la Señora Amarillo Pequeño?
- No, soy su madre.

Y con esas palabras, el cielo se me abrió, ahora la Señora Amarillo Pequeño viene a buscarme. "¿Cómo has conseguido mi número", "Es parte de mi increíble historia". Por cierto, tengo hambre, ojalá la Señora Amarillo Pequeño me dé de comer.

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