miércoles, marzo 04, 2009

Pequeños lapsus mentales.

Cuando pones un plato vacío sobre el fogón de la cocina y esperas conseguir algo te sientes como aquella vez cuando intentaste soplar por un ojo, como cuando fuiste a guardar en el queso en el baño, como cuando saludaste a una mierda de perra en el pasillo convencido de que reaccionaría o como cuando creías que se meaba en la papelera de la cocina en lugar de en el váter.

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