viernes, abril 26, 2013

Manual del buen escritor.

Le decían que probase a escribir cuando estaba alegre, en lugar de cuando estaba triste, que se veían mejor las cosas. Yo le contesté que no era así, que era igual de subjetivo, cuando estás alegre no ves las cosas como son, las ves mejores.

Habría que escribir cuando no se está triste, ni se está alegre, habría que escribir cuando no sé está. O cuando se está.

Cuando se está, es difícil no estar más alegre que triste o más triste que alegre, el equilibrio es muy difícil, y realmente, si llegas a él, lo que probablemente no se te pase por la cabeza sea escribir sobre ello.

De modo que solo nos queda, para poder ser objetivos, escribir cuando no se está. Lo cuál también conlleva su dificultad. No estar es, por definición, lo contrario a estar, y normalmente se está, siempre se está en algún sitio, o siempre se está de alguna manera. No estar es no estar ni triste ni alegre, pero también ni cansado ni enérgico, ni sentado ni de pie ni tumbado ni de rodillas ni acuclillado, ni casado ni soltero ni viudo ni separado, ni hambriento ni sediento ni lleno, ni desnudo ni vestido, ni vivo ni muerto. Realmente es un tanto complicado, además, cuando se está, se es, así que tienes que no ser.

Y si no se es, no se puede escribir, pero da igual, porque si no se es ni estás, no escribes, y cuando no estás, es cuando debes escribir. Así que, en fin, si no escribes, escribes de puta madre.

Conclusión: La gente está mejor calladita.

No hay comentarios: