martes, diciembre 06, 2011

¡Ea! Ya volví.

La playa de la Malagueta no es tan larga como pensaba.

Y es más caro de lo que parece sentarse en un pub a beber esperando a que alguien te hable. Pero bueno, al final se consigue.

Y no sé por qué, pero atraigo a los pirados, que me van diciendo que esnifan, fuman y se pinchan, pero que controlan.

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