La playa de la Malagueta no es tan larga como pensaba.
Y es más caro de lo que parece sentarse en un pub a beber esperando a que alguien te hable. Pero bueno, al final se consigue.
Y no sé por qué, pero atraigo a los pirados, que me van diciendo que esnifan, fuman y se pinchan, pero que controlan.
martes, diciembre 06, 2011
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