Ayer, bueno, hoy, conocí a una admidora (no secreta, pero sí desconocida) en un bar salmantino a las... a una no definida en el tiempo. Mola, mi ego subió como la espuma (espuma buena y limpia, no como esa espuma de mierda de la playa).
Es como si te vas a cualquier parte del mundo y alguien te conoce, es una inyección de ego equivalente a volverse gigante. Vale que esto tenía sentido porque la muchacha en cuestión (llamada Ana... mmm, se llama igual que mi admiradora secreta, acabo de darme cuenta) conoce a la Señora Acuamarino, pero la sensación está ahí.
domingo, marzo 28, 2010
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2 comentarios:
Bubleubleubú
Inyección de ego pa la niña... ;)
yeah!!
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